martes, 23 de junio de 2015

¿Por qué si soy varón y prefiero a las mujeres para la práctica del sexo debo instruirme con un varón? 

La respuesta es simple: porque solo otro varón que haya atravesado y experimentado las practicas tántricas sabrá qué es el multiorgasmo para sí y el Tantra no es una mera cuestión teórica, sino intuitiva y vivencial que se transmite de cuerpo a cuerpo. Además, porque para la instrucción del Tantra no es necesaria la penetración y tu objetivo posiblemente sea penetrar una mujer. La penetración durante el entrenamiento  no ocurre necesariamente, y la misma a los efectos de la instrucción puede simularse.  

Obviamente podrás encontrarte con varones que aceptan e incluso gusten de ser penetrados, lo pidan  y/o a ti te plazca penetrar a otros hombres, no es excluyente, pero no es el objetivo en la instrucción sino ayudarte y ayudar a otros  a que puedas o puedan tener orgasmos sin eyacular para que la energía continúe en ti y en el otro y si lo deseas poder retransmitirla o hacer de una experiencia sexual algo que pueda durar el tiempo que lo desees, sin límites, sea con quien tú elijas.

Sin embargo y acá tenemos un tema áspero para occidente: El masaje de próstata, que está contemplado en el entrenamiento cuando llegue el momento,  realizado por un varón a otro, cuando el  que se está entrenando abrió suficientemente su mente como para poder recibirlo sin temores de sentirse “homosexual”, juzgarse o verse juzgado,  permitiendo al que lo recibe obtener satisfacción y experencia personal respecto de esa glándula “secreta” de parte de un  instructor que ejerce su saber y lo transmite a otro para que pueda conocerse como lo ha hecho él, desde una posición de amor a su par (amor espiritual-no sexual) y luego disfrutar de esta zona con quien elija cada uno en el  su tiempo. 

El masaje digital que necesariamente debe estar realizado con preparación previa de tu parte mediante respiración y conexión espiritual con tu instructor que ha sido seleccionado de entre muchos cuando hizo su maestría, es un acto de iniciación masculina que no todo varón está dispuesto a recibir y será solo tuya la decisión sin tensión ni obligaciones, pues el limite lo pondrás tú. En mi caso particular como instructor yo me presto a que el alumno palpe primero mi próstata para que sepa cual es el lugar exacto cuando quiere actuar como activo y sepa luego cuando estoy palpando la suya donde se ubica exactamente. Esto se realiza luego de varias sesiones cuando ambos se conocen y están ligados espiritualmente

Obviamente se puede instruir a una mujer  para que ella  realice tu entrenamiento, pero así como tú no sabes ni sabrás lo que es tener vagina o parir, ella tampoco sabrá lo que es tener pene y testículos u orgasmo masculino, aunque no es  solo una cuestión de identificaciones sino también una cuestión de energías diferentes. La energía masculina se transmite de un hombre a otro como un guía espiritual transmite  en un monasterio a un discípulo su saber sobre otras prácticas espirituales y este conocimiento en general no es revelado.

Luego podrás tu instruir a la mujer que elijas para que te procure tal satisfacción única y le agregues a tu placer la visión de un cuerpo femenino y las delicias de su sexo.
Esto implica que si no estás listo para recibir esta instrucción no podrás avanzar en el conocimiento completo acerca del Tantra el cual va mucho más allá de: 1) los prejuicios respecto de que no es de “hombre” disfrutar de algunas partes de tu cuerpo, 2) la fantasía de que cuando otro hombre tome contacto con tu lado más intimo te comprometa de por vida en una práctica sexual con otros hombres,  y 3) como hemos dicho ya, de la mera penetración o simple masturbación para conseguir eyacular.




Por otra parte tu coach hizo juramentos  para no develar a otros los secretos de su práctica instructiva ni los pormenores de una sesión.

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